17 de julio de 2013

Los primeros "balbuceos" del castellano

Varios siglos antes de que se escribieran las Glosas Emilianenses, en el centro de la península ibérica ya se hablaba una lengua romance que daría paso al castellano. Y esto lo sabemos por cientos de pizarras escritas en Hispania en época visigoda, con caracteres y grafías de los siglos VI y VII, que pueden ser considerados como los primeros "balbuceos" del castellano.

Pizarra visigoda nº 40 de principios del s. VI d.C. Museo provincial de Ávila.

En estas pizarras -procedentes en su mayoría de Diego Álvaro, un pequeño pueblo de la provincia de Ávila- se pueden leer documentos jurídicos, acuerdos, compraventas, declaraciones en juicio, relaciones de pagos de censos, listas de nombres de campesinos, textos religiosos y litúrgicos e incluso maldiciones, conjuros o una carta personal, auténtica muestra de la lengua hablada. Una importante documentación latina antecedente de los pergaminos del siglo VIII.



Gracias a un estudio elaborado durante mas de veinte años, por la profesora de la Universidad Complutense Isabel Velázquez, cuyo resultado aparece plasmado en su magnifico libro Las pizarras visigóticas: Edición crítica y estudio. Así se ha podido elaborar un índice "de palabras romances", que ha permitido comprobar que "aunque están escritas en latín vulgar, aparecen veinte veces más palabras romances que en todas las glosas juntas".

Y es que en esa época ya se 'enviaban' mediante pizarras los primeros «aemilius», se cuadraban los guardianes del «centeno», se escribía del paraíso y del «infernus» y de su «martirium».

Algunas de las palabras que se escribían en la lengua de aquella Hispania: Aemilius milio; Emili; Emilius; Alienus-a-um alienas; Alleluia al(le)l(ui)a; Antonius; Benedictio benedictione; Caballus caballos; caballu; kaballos; Camisia camisias; Cedo ceder(unt); cesserint; Demando domando; Deus Dei; Deo; Deum; Ego/me/mei mecu; ; mihi; Femina feminas; Fraga fragis; Gallina galina; Hora ora; Infernus m; Kabemus habeo; Linum lino; Locus loco; Michael Micael; Porcus porcum; Vasco ; Victorius Bitorius; Xritoforus, Xptum,.. Christoforus, Christus...)

Y es que las pizarras visigodas de Ávila son las huellas más primitivas del castellano. Como decía Dámaso Alonso, director de la Real Academia Española entre 1968 y 1982, en estos textos se encuentran "los primeros vagidos del castellano", los primeros gemidos o llantos de un recién nacido.

Vía 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10.

Entradas relacionadas en Meridianos:
Una imagen vale más que 500 mil millones de palabras
In Memoriam, Miguel Delibes
El sepulcro de un bufón en la Catedral de Barcelona
¿Como reaccionarias si te dieran un Nobel?
Aprender a leer chino... ¡con facilidad!
Palabras raras
Titina la palabra más larga en lengua inglesa
Claudio Sánchez-Albornoz: "Sólo tengo una palabra: paz. Ya nos hemos matado demasiado"
Historia del Alirón
Los pirahãs, el pueblo sin tiempo
Un mensaje para dentro de 5000 años
Cristina Calderón, la última portadora de las palabras del fin del mundo
Todos los sonidos japoneses en un poema
Emporio celestial de conocimientos benévolos

1 comentario:

Invvv dijo...

Porqué del castellano y no del leonés o del ladino o morárabe... No olvidemos que castellano es solo uno de los muchos dialectos del latín que se hablaban en la penínusula y que estaba muy localizado geográficamente en lo que ahora es Burgos/Cantabria.... Lo de llamar castellano primitivo a esto me parece muy desacertado.