13 de octubre de 2009

Los árboles del dinero


Ocultos en lo más oscuro y profundo del bosque, como enormes dragones dormidos, cubiertos de una piel formada por una dura y gruesa capa de escamas, allí escondidos se encuentran los enigmáticos árboles del dinero o árboles de las monedas (Coins trees).



Seres centenarios derribados por rayos o por el paso del tiempo. Árboles de los deseos que en cuyo tronco y ramas están incrustadas miles de monedas. Cada una de las cuales son anhelos, sueños que según las leyendas locales se verán cumplidos.


Ya la reina Victoria en 1877 en un viaje por las Tierras Altas Escocesas, escribió una historia en su diario sobre un roble famoso convertido en uno de estos árboles mágicos. Estos lugares de reunión de druidas están repartidos por toda Inglaterra e Irlanda y son poco conocidos. Si encuentras uno, clava con la ayuda de una piedra, un penique o un céntimo y tu deseo te será concedido.

Vía grupo en flickr: Money Tree

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7 comentarios:

RafillO dijo...

Dios adoro tu blog.Para mi seria un placer que le echaras un vbistazo al mio.Te sigo. Un saludo¡

Anónimo dijo...

Impresionante!
Una gran entrada!

Anónimo dijo...

Oye lolo tu crees que los arboles estos funcionarian con billetes de 500 jajaja un saludo tio.

Anónimo dijo...

Yo quiero uno de estos...aunque sea en un tiesto de la terraza.
Ja, ja, ja.

AT.

Sí, anónimo dijo...

Tilde en será. Lo siento, no he podido eviarlo...

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Habiendo pasado mi niñez en América hispana al lado de la Cordillera de los Andes y habiendo disfrutado de la selva real y natural, montes cerrados donde los árboles crecen sin tantos depredadores por entonces, dando sus frutos libremente a merced de 'El Gran Jardinero' como llamábamos a Dios; el respeto era fundamental por el mundo que nos rodeaba, nunca agredíamos a nuestros árboles como a los ajenos, sólo les quitábamos las ramas secas para la lumbre. Sentíamos mis hermanos y como mis padres y abuelos veneración por todo lo verde y era nuestra farmacopea natural. Para nosotros de niños un mundo mágico que nos rodeaba no exento de duendes, brujas, hadas y espíritus o visiones de aparecidos; y nos daba siempre una experiencia positiva aceptando las reglas para disfrutar de sus beneficios, sus leyendas y era un entretenimiento más junto a las aves, orquídeas y todo lo exótico que lo hacía maravilloso. Ni un sólo animal se mataba por placer de matar y sí por alguna necesidad, como las anacondas que solían buscar gallinas o cerdos por la pequeña granja que teníamos pues estaban cerca las ciénagas y, en tiempo de sequía salían de sus refugios arrastrando sus largos y pesados cuerpos por los predios de nuestro hogar entre los humedales y hondonadas, por donde a veces se dispersaban los animales pequeños y grandes de forma libre a pastear; lo mismo que las aves de corral a por lombrices y otros insectos. Sus habitantes naturales eran más dueños que nosotros porque nos rodeaban y teníamos gran cuidado de las advertencias que nos hacían nuestros padres. La fauna natural era parte de la vida y en los cafetales en época de cosecha, las grandes arañas se recogían con gran cuidado y se llevan a otros sitios, para evitar romper su vida por irrumpir nosotros en la de ellas. Todo era mirado con gran devoción por mi familia, sobre todo mi abuela que era como una gran maga por su espíritu de sabiduría, descendiente de esclavos africanos y llevaba sus enseñanzas aprendidas de sus ascendentes.

Lo que abastecía para ayuda era aprovechado sin dañar plantas, la fruta de las vallas silvestres para mermelada se compartían con las aves y otros animales. Por eso no entiendo estas formas de romper la corteza de los árboles y herirlos con objetos que alteran su vida por lo que segrega el metal que se corroe y a la larga secan a los árboles. Será algo curioso pero lo rechazo como parte de un rito ancestral. Tengo un hijo de biología vegetal cerca de mí y un sobrino ingeniero agrónomo residente en Loja Ecuador, dedicado a las hormigas, los que nos hacen seguir disfrutando de la naturaleza en armonía con ella, así mi hermano y yo cumplimos esa misión de dar ejemplo para que otros aprendieran honestamente de sus conocimientos.
"Arbolapp" es una aplicación donde este hijo ha trabajado este verano, así sabe de quien hablo, le enviaré este enlace. Gracias y un saludo.

Ale dijo...

Pobre arbol.lo lastiman por puras tonterias k ni al caso